Oh myyyyy!!!

No puedo dejar de reírme. No es por un chiste ni son carcajadas. Sólo me río de mi inocencia; tantas veces me lo ha dicho la vida y tantas veces me sigue sorprendiendo. Tengo que aprender un día, que sólo un día imperfecto es perfecto. Tengo que confiar ciegamente en el equilibrio y en que ying-yang no es una teoría, sino una descripción. Ya no estoy para ignorarlo, ni para olvidarlo, y aún así no puedo creerlo. Siempre hay algo en mis días que me llena de aliento. Siempre hay alguien; hoy fuiste tú, otra vez...